Cute But Flamy

Retrato de un animal imaginario elaborado en una rodaja de madera en la que predomina el contraste de color entre los vibrantes naranjas y los azules violáceos. La madera no lijada previamente y los empastes de pintura en las llamas aportan una textura rugosa que acompaña una escena adorablemente infernal. Se vuelve a recurrir en esta pieza a la temática recurrente de dulcificación de una escena maligna mediante la presentación de un personaje adorable inventado que podría ser una mezcla entre perro y gato con un pequeño cuerno de unicornio. Aunque, al mismo tiempo, podría interpretarse más bien al contrario; ya que los ojos de nuestro personaje se muestran corridos, como si se estuvieran derritiendo o como si este hubiera estado llorando desconsoladamente con un maquillaje que no era waterproof. Es una representación de la indefensión aprendida: todo arde a tu alrededor mientras te consumes.