PINKY SHARK

En este lienzo de colores brillantes se puede apreciar un claro contraste cromático entre tonos fríos y cálidos que dan lugar al fundido del fondo y a los elementos que se encuentran tanto en primer como segundo plano. El recurso de dulcificación vuelve a tener presencia en esta obra al representar a uno de los animales más aterradores (un tiburón) con una expresión kawaii y naif, así como un estilo ilustrativo con tintes de fantasía bastante evidentes, así como con un vivo color rosa pastel que le resta credibilidad a la expresión agresiva y enfadada con el ceño fruncido del personaje marino. La pieza contiene un pequeño guiño humorístico marcado por dos elementos pintados: las pajitas, que causan la ilusión surrealista al espectador de poder beberse el mar como si el lienzo fuera un vaso en el que contenerlo. Las mismas pajitas son también una crítica para visibilizar y concienciar sobre la contaminación de los mares y el daño causado a la fauna marina y sus ecosistemas.